“El Estado de la Cultura 2025” de Ted Gioia: El Aplanamiento del Mundo Digital
Cada año, el escritor y crítico cultural Ted Gioia publica su discurso Estado de la Cultura en su boletín The Honest Broker, analizando las fuerzas que moldean la vida creativa. En su edición de 2025, lanza una advertencia inquietante: la web, que alguna vez fue un espacio de conexión y empoderamiento, ha sido aplanada hasta convertirse en un entorno uniforme, superficial y diseñado únicamente para maximizar el lucro.
La cultura siempre va primero. Cambia antes que la política, la economía o las normas que rigen la sociedad.
“La cultura siempre cambia primero. Y luego todo lo demás se adapta a ella”, escribe Gioia.
Pero, ¿qué sucede cuando la cultura deja de evolucionar?
Hace una o dos décadas, internet parecía una revolución. Era un espacio abierto, dinámico y personal. La gente se reconectaba con viejos amigos, descubría nuevas ideas y construía comunidades sin fronteras. “El mundo es plano”, escribió el periodista Thomas Friedman, describiendo una era en la que las herramientas digitales parecían derribar barreras en lugar de imponerlas.
Pero esa época ha terminado.
Ahora, como advierte el autor:
“todas las grandes plataformas de la web se sienten exactamente iguales”.
En lugar de fomentar conexiones, presentan el mismo contenido—memes, videos cortos y distracciones diseñadas por algoritmos—con el único propósito de mantener la atención del usuario. Facebook, Instagram, TikTok, YouTube Shorts, Threads, Bluesky… todas parecen versiones de la misma máquina de consumo interminable.
Hasta todos los logos ahora se ven iguales…
Y para la generación más joven, este es el único mundo digital que han conocido.
“Muchos de estos jóvenes carecen de las habilidades y herramientas necesarias para escapar. Así que este mundo aplanado es realmente su prisión.”
Viven atrapados en un entorno diseñado para que nunca dejen de deslizar la pantalla, consumir y adaptarse a las reglas impuestas por las plataformas. La ansiedad, la depresión y la autolesión aumentan. Las empresas tecnológicas no planearon causar estos efectos, pero su búsqueda de uniformidad y control ha moldeado la cultura de una manera que no se puede ignorar.
Este aplanamiento no se limita al mundo digital. Es parte de un proceso más amplio que lleva décadas en marcha. Como señala Gioia, la estandarización ya ha destruido muchas cosas: los artesanos locales, los pequeños negocios independientes, la arquitectura distintiva y la belleza en la vida cotidiana. Ahora, esas mismas fuerzas están moldeando el comportamiento humano.
“¿Estamos empezando a tener todos los mismos gustos?”, se pregunta la crítica Rebecca Nicholson, notando la uniformidad creciente en la música, la televisión y el cine. Gioia va más allá: ¿Esto sucede de manera natural o está siendo diseñado? Los ejecutivos de las mayores plataformas digitales, empresas de entretenimiento y medios pueden fingir neutralidad, pero su influencia es innegable. Construyen los dispositivos, poseen los satélites, controlan la distribución y diseñan los algoritmos.
“Es su peso el que está aplanando al resto de nosotros.”
Pero la resistencia está creciendo.
Gioia ve señales de una nueva contracultura. No tiene el respaldo de grandes corporaciones ni ocupa las portadas de los medios, pero la historia muestra que los cambios culturales siempre comienzan en los márgenes. Es un movimiento similar a los de rebelión artística e intelectual del pasado—lo que antes se llamaba simplemente La Resistencia.
“Tal vez esos 20 o 30 magnates ultrarricos que controlan las principales plataformas y compañías mediáticas quieren que todo (y todos) sean estandarizados y estén bajo su control. Pero cientos de millones de personas están empezando a rechazarlo.”
La cultura nunca permanece estancada por mucho tiempo. Gioia cierra con una predicción: el Estado de la Cultura 2026 será muy diferente. Las fuerzas de la estandarización son poderosas, pero la historia pertenece a quienes se niegan a ser aplanados.