El reciente concierto de Massive Attack en Bristol, llamado Act 1.5 fue un experimento en sostenibilidad para la industria de la música en vivo. La banda reemplazó los elementos tradicionales de conciertos con alto impacto de carbono, como generadores diésel y autos privados, por alternativas más ecológicas, como baterías y autobuses eléctricos. El evento, realizado en Clifton Downs, un espacio verde con infraestructura limitada, atrajo a más de 30,000 personas y presentó un nuevo modelo bajo en carbono para los eventos en vivo.
La industria musical es responsable de una cantidad significativa de emisiones de carbono, y los conciertos en vivo son una de las principales causas. Massive Attack ha estado preocupado por este problema durante mucho tiempo, llegando a considerar dejar de hacer giras por completo. En lugar de ello, decidieron actuar encargando un estudio al Centro Tyndall de la Universidad de Manchester para la Investigación del Cambio Climático sobre cómo reducir las emisiones de las giras en vivo. De esta colaboración surgió una "Hoja de ruta para la música en vivo de muy bajo carbono", que ofrece pautas para el resto de la industria.
El Act 1.5 fue la demostración práctica de esta hoja de ruta, mostrando cómo la música en vivo puede reducir su impacto ambiental. El nombre del festival hace referencia al umbral de calentamiento global de 1,5°C, un marcador crítico que los científicos del clima advierten que no debe superarse si queremos evitar los peores impactos del cambio climático. El lugar fue elegido precisamente por sus limitaciones de estacionamiento, lo que incentivó a los asistentes a desplazarse a pie, en bicicleta o en transporte público. Para los fanáticos locales, las entradas estuvieron disponibles exclusivamente para aquellos con un código postal de Bristol durante las primeras 48 horas, reduciendo aún más la necesidad de viajes a larga distancia.
Una de las principales innovaciones del evento fue el uso de autobuses eléctricos para transportar a los asistentes desde el centro de la ciudad hasta el recinto. Estos autobuses, impulsados por baterías cargadas con energía renovable provistas por Zenobe Energy, ofrecieron una opción de viaje libre de combustibles fósiles. Para aquellos que venían de más lejos, se alentó el uso de trenes, con beneficios como bares y baños dedicados para los viajeros en tren en el recinto.
El propio diseño del festival también se centró en la sostenibilidad. Toda la comida servida en el evento era en base de plantas, reduciendo la huella de carbono asociada con la producción de carne. Las estaciones de reciclaje estaban claramente señalizadas, y todos los envases y cubiertos eran compostables. Además, se alentó a los asistentes a llevar sus propios vasos reutilizables, mientras que los baños de compostaje añadieron una capa más de conciencia ecológica.
Quizás lo más impresionante fue la configuración energética. El escenario principal fue alimentado por una batería de un megavatio de Ecotricity, un proveedor de energía renovable con sede en Stroud. Cargada con energía solar y eólica, esta batería reemplazó a los generadores diésel típicamente utilizados en los festivales de música. Según el fundador de Ecotricity, Dale Vince, esta configuración de energía con baterías ahorró 5,340 kilogramos de emisiones de carbono, equivalentes a las emisiones de conducir un automóvil de gasolina durante 32,600 kilómetros. Otras áreas del festival, incluidos los puestos de comida y bares, fueron alimentadas por baterías de segunda vida que anteriormente se habían utilizado en autobuses eléctricos, lo que redujo aún más la dependencia del evento de los combustibles fósiles.
El uso de energía con baterías en lugar de generadores diésel aborda un problema significativo en la industria de los festivales. Los festivales del Reino Unido utilizan más de 12 millones de litros de diésel anualmente, lo que contribuye al cambio climático y a la contaminación del aire. Steven Meersman, director fundador de Zenobe Energy, destacó la importancia de este cambio, señalando que establece un precedente para que futuros festivales eliminen el uso de diésel.
La banda también priorizó equipos ligeros, eficientes en espacio y de origen local para su espectáculo, reduciendo la necesidad de transportar el equipo y tomando todas las rutas de gira posibles en tren, reduciendo aún más sus emisiones. Robert Del Naja, de Massive Attack, fue claro:
"No necesitamos hablar sobre la crisis climática, necesitamos actuar al respecto".
Este concierto no fue el primer paso de Massive Attack hacia la sostenibilidad, y no son los únicos artistas avanzando en esta dirección. Coldplay anunció recientemente que su última gira redujo drásticamente su huella de carbono mediante una planificación cuidadosa. Billie Eilish también ha tomado medidas, promoviendo comida vegana y asociándose con el Proyecto de Descarbonización de la Música de Reverb en su gira mundial de 2022. Sin embargo, Del Naja ha expresado su frustración con el lento progreso en la industria musical en general, subrayando la necesidad de una acción inmediata.
Aunque Act 1.5 logró demostrar lo que es posible para un evento en vivo de bajo carbono, también destacó algunos desafíos logísticos. Por ejemplo, la dependencia del festival en el transporte público requirió una coordinación extensa con los servicios ferroviarios regionales, lo que llevó a agregar servicios de tren adicionales para el evento. Aun así, algunos fanáticos se encontraron apresurándose para alcanzar el último tren, perdiéndose parte del acto principal, y haciendo largas filas para los autobuses regulares. Además, a pesar del uso de autobuses eléctricos, algunos asistentes terminaron en autobuses diésel debido a la falta de disponibilidad.
A pesar de estos desafíos, Act 1.5 fue un éxito. Se demostró que con la tecnología adecuada, la determinación y el pensamiento creativo, es posible reducir drásticamente el impacto ambiental de la música en vivo. Como señaló Dale Vince de Ecotricity, la tecnología para descarbonizar la música en vivo no estaba disponible en el pasado, pero ahora lo está.
Este espectáculo marcó un nuevo estándar para la industria, ofreciendo un poderoso vistazo de cómo podría ser el futuro de la música en vivo cuando la sostenibilidad tome el escenario principal.
Fuente: https://imagine5.com/articles/did-massive-attack-just-pull-off-the-greenest-concert-ever/